1998
¡Cuánta razón tenías, corazón,
de veras, cuánta razón!
no estoy cansada,
sólo se cansó mi corazón.
¿Te acuerdas?, siempre te lo dije,
por ti, después de muerto,
seguirá latiendo mi corazón.
Sabes bien cuánto te quise,
con ese mi amor sincero,
y ese esperar que espera,
con ese esperar sin esperanza,
sólo la esperanza de que muero.
Toma mi mano, corazón,
que yo te espero.