Sanando heridas

Enero 1 de 2001

Las heridas ni se cierran
ni se olvidan,
pero el dolor, poco a poco se acaba;
ya no siento aquella herida
que al corazón lastimaba;
y tu desamor convirtiera en una llaga.

Hoy empiezo sola otra vida,
y aunque mi alma no te olvida,
ya quedaste en el pasado;
porque sin quererlo
de repente... te he olvidado.