Agosto de 1997
Se fue sin decir nada
y desde entonces,
su recuerdo y mi recuerdo
se fundieron en la nada...
Como era la última noche
la despedida fue larga,
y lloraban los recuerdos,
y se me escapaba el alma,
junto con los sollozos
que me quebraban el alma.
Por eso, la despedida fue larga
y aún su ausencia y su recuerdo
mi dolido corazón taladran.
Es que vive en mi memoria
como un dulce sueño tardío
aquella dulce mirada,
que se quedó clavada en mi pecho...
y se fue sin decirme nada.