Enero 2000
Cálmate, corazón,
ya no palpites tan fuerte.
él ya no nos recuerda más;
su nombre ya no lo grites.
ten contigo compasión,
porque hace mucho tiempo
él ya nos olvidó;
hoy nos ha dejado de amar.
Pobre corazón... trátalo de olvidar
y no palpites tan fuerte
que todos te van a escuchar
y a mí me vas a hacer llorar.
Qué tal si tenemos suerte
y podamos otra vez volver a amar...
No sueñes, es mentira, corazón:
ya no hay tiempo de empezar.