1999
Lo quise mucho, aún lo amo,
y por quererlo tanto,
un montón de mis versos
en un rinconcito lloran en vano.
lo quise mucho, aún lo amo.
No me critiquen,
no me reprochen...
¡ya no me digan que no le lloré,
que voy perdiendo la razón!
Pero cómo no hacerlo
si por su ausencia,
traigo un clavo ardiente en mi corazón...
y un montoncito de aquellos versos
lloran solitos en un rincón.
Lo quise mucho, aún lo amo,
y a cada instante
lo va gritando mi corazón.